12° Día
Este domingo 19 de septiembre ha sido una jornada de oración y discernimiento para la elección de la Superiora General y de su Consejo.
La Celebración de la Santa Misa por la mañana, ha sido el momento que con la fuerza de la Palabra de Dios y de la Eucaristía, ha preparado a cada una de nosotras a escuchar al Espíritu Santo. Esta escucha profunda ha continuado a través de Hna. Pierina Scarmignan, Ursulina FMI.
Madre Francesca le ha dado la bienvenida y ha expresado que en la sala capitular abajo de la Palabra de Dios ha depositado la reliquia de nuestra beata Madre Enriqueta para acompañarnos en estos días de discernimiento. Y como un signo de continuidad ha dejado también cerca de nuestras Constituciones el Crucifijo con la reliquia de la santa Cruz, que, se entrega de una Superiora General a otra, como expresión de un camino que continúa en la historia. Ha informado que por la mañana del día de hoy a través de las Superioras Provinciales y Delegadas ha pedido a toda la Congregación de intensificar la oración en estos días tan importantes.
Pasando después la palabra a la Madre Pierina nos hemos introducido en las reflexiones profundas y enriquecedoras de contenidos que ella nos ha compartido.
Cada una de nosotras ha sido llamada a ser un reflejo pequeño de la sabiduría y de la belleza de Dios: hemos sido creadas para vivir en relación, en comunión, fruto del formar parte del Cuerpo de Cristo. Si somos mujeres nuevas “allá” donde “iremos” podremos manifestar amor, amistad, ternura y misericordia.
Ahora de una sola cosa nos debemos de preocupar: de la comunión con Dios y entre nosotras, de ser en la Iglesia signo y semilla de comunión entre los hombres.
Por la tarde Hna. Pierina nos ha ofrecido algunos puntos sobre la elección del Gobierno General a la luz del discernimiento espiritual ignaciano.
En esta jornada de silencio, oración y reflexión hemos tenido la gracia de recibir el Sacramento de la Reconciliación.
Los miembros de LASA de la provincia de St. Joseph, West India, pasaron el día en presencia del Señor orando por el éxito del Capítulo y por la llenura del Espíritu Santo en todos los miembros del Capítulo.